Cuando nuestros clientes acuden a nuestros despachos tras una ruptura sentimental son muchos los que dudan entre si es lo mismo solicitar el divorcio ó la separación.
La realidad es que SON PROCEDIMIENTOS DIFERENTES, con consecuencias también diferentes, aunque socialmente suelen confundirse. La manera de solicitarlo en ambos puede ser de mutuo acuerdo o de manera contenciosa.
Para que comprendaís las distinciones entre ambas figuras os hacemos un breve resumen comparativo:
EN LA SEPARACIÓN
- La separación no supone el fin del matrimonio. Es decir, legalmente el matrimonio sigue existiendo, pero sus efectos se encuentran suspendidos.
- En cuanto a patrimonio, desde que tenga lugar el régimen económico matrimonial pasará a producir el efecto de separación de bienes.
- La separación te limitara para poder contraer de nuevo matrimonio. Hasta que no se produzca el divorcio no puedes volver a casarte. El matrimonio con tu anterior pareja sigue existiendo, siemplemente se encuentra interrumpida su validez.
- La separación puede revocarse, y continuar con el matrimonio.
EN EL DIVORCIO
- Con el divorcio se disuelve y su régimen económico. Es decir, el matrimonio se extingue.
- Tras el divorcio no hay limitación para poder contraer matrimonio con otra persona.
- Si vuelves con la misma pareja y quieres seguir casado, tiene que volver a celebrar una boda.
¿QUÉ TIENEN EN COMÚN?
- Tanto el divorcio como la separación legal impide que el otro cónyuge herede abintestado (si no hay testamento), y que tenga derecho a la legítima.
- En ambos procedimientos se regulan las medidas en relación a los hijos, tales como la guarda y custodia, patria potestad, régimen de visitas, alimentos, el uso de la vivienda, etc.
Iniciar este tipo de procedimientos no es nada fácil, y más si hay hijo de por medio. Pero para todas aquellas dudas que os surgan al respecto, no dudes en contactar con nosotros.